miércoles, 15 de julio de 2009

Un elocuente silencio por H.H.

Existen silencios que dicen mucho, hay silencios callados y hay silencios que nada esconden mas que el desdén. Y cada persona hace de su silencio una forma de comunicación. No me acabo de acostumbrar al silencio pero son ya muchos años escuchando el silencio en todos sus modos y maneras. Los he percibido todos y nada en claro he sacado de ellos. No se cuando me he equivocado y cuando he acertado al interpretarlos. Pero poco importa. Cuando existe la sinceridad el silencio no es un problema. El silencio solo es un problema cuando es la consecuencia lógica de aquello que se promete y que no se puede cumplir. El resto de silencios obedecen a motivos mas circunstanciales que emocionales, y solo la inseguridad los hace decantarse a una parte u otra de nuestros miedos o frustraciones. En un mundo tan lleno de ruido, encontrar el silencio puede ser un tesoro. No se necesitan palabras sin sentido, bonitos propósitos, o mentiras para limpiar la conciencia. Es mejor el silencio. El silencio bien entendido es símbolo de pureza y de fortaleza, pero es difícil llegar a manejarlo viviendo rodeado de tentaciones, temores y dobleces. De todos modos, el silencio mas doloroso es el impuesto, el no deseado. Se quisieran a veces decir tantas cosas, pero alguien no quiere escucharlas, y la caja negra dice..."no le interesan, o le aborrecen"....espejismos del silencio en un laberinto de palabras,...creemos saberlo todo de todo, y algo aprendemos con el tiempo y la experiencia, pero no la totalidad. Serán muchas las veces que todavía nos equivocaremos, y serán otras tantas en las que nuestro pensamiento será certero como una flecha; pero nos quedaremos con la duda....o con la certeza?. Nadie sabe y nadie contesta. Este es un mundo aparente, muy aparente. Pocas cosas aguantan el paso del tiempo, los colores se apagan, las hojas se secan y las flores se marchitan...tan solo lo indestructible que hay en nosotros permanecerá para siempre para quien quiera escucharlo. Habrá quien no escuche mas que lo que quiera escuchar, y habrá quien desee escuchar lo que nunca le dirán. Y todas sus vidas se cruzarán en un caos ordenado de cuerpos en movimiento. Y nada quedará en el tiempo, nada nos sobrevivirá, salvo el silencio.

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